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Más del 75% de las personas probadas en las cárceles de Filadelfia son positivas para COVID-19

Centro correccional de Riverside en State Road en Filadelfia EMMA LEE / WHYY

Nota de la editora: Este artículo se publicó originalmente en inglés por Max Marin para Billy Penn. Fue traducido por Diana Cristancho y editado por Zari Tarazona para Kensington Voice

Más del 75% de las personas probadas en las cárceles de Filadelfia han contraído COVID-19 o se presume que son positivas, según los nuevos datos de la ciudad.

Los nuevos datos sugieren una tasa de infección que compite con otros sistemas de penitenciarios en todo el país. Los expertos en salud han dicho que el alcance total del brote entre las personas encarceladas aún no se comprende por completo.

De las 248 personas probadas en las cárceles de Filadelfia hasta la fecha, las autoridades confirmaron 192 resultados positivos. La comisaria de prisiones Blanche Carney notó que el número incluye algunas pruebas que no fueron concluyentes y luego fueron tratadas como presuntivas positivas. Otras dos personas encarceladas con síntomas rechazaron las pruebas.

De los que se enfermaron, la mayoría se han recuperado, dijo Carney. Ella confirmó que 17 personas que dieron positivo han sido liberadas de la custodia. Uno fue trasladado al sitio de cuarentena administrado por la ciudad en el Holiday Inn en Center City, que sólo esta semana comenzó a aceptar a personas anteriormente encarceladas con el virus.

Estos resultados se suman a la creciente evidencia de que las tasas de infección detrás de las rejas podrían ser mucho más altas de lo que sugieren los números actuales.

Filadelfia ha estado poco dispuesta a instituir una política de pruebas universal, en lugar está probando sólo a las personas encarceladas con síntomas aparentes. Los funcionarios citan la escasez generalizada de kits y materiales de pruebas, y dicen que las medidas internas de cierre en las cuatro instalaciones correccionales del condado son lo suficientemente efectivas.

En el suburbio del condado de Montgomery, en comparación, los funcionarios probaron recientemente a las 948 personas encerradas. Lo que descubrieron fue una propagación asintomática rampante: 177 pruebas dieron positivo. Sólo seis habían mostrado síntomas externos.

El director gerente de Filadelfia, Brian Abernathy, dijo que la ciudad está lidiando con la situación con extrema precaución. “Estamos tratando a todos como si fueran positivos dentro de las cárceles”, él dijo.

Los epidemiólogos argumentan que se necesitan más pruebas para aprender más sobre cómo se transmite el virus y cómo mitigar mejor el brote en entornos congregados.

“Podemos aprender mucho de las pruebas en este entorno”, dijo Aimee Palumbo, una profesora asistente de epidemiología en Temple University. “En un entorno como una cárcel o una prisión, esas personas asintomáticas  son igualmente importantes, porque pueden esparcirlo”.

En todos los residentes de Pensilvania que han sido probados para el coronavirus, aproximadamente el 20% han dado resultados positivos, en comparación con las tres cuartas partes de aquellos en las cárceles.

¿Menos que otras ciudades, o simplemente un juego de números?

Más del 90% de las personas bajo custodia de la ciudad aún no han sido acusadas de un delito. La ciudad no puede retener legalmente a las personas encarceladas que dieron positivo por el virus una vez que un juez los considere elegibles para ser liberados.

Carney dijo que a todos los liberados ​​de la cárcel de la ciudad reciben dos máscaras faciales y guías sobre cómo estar en cuarentena, pero la mayoría de las personas que contrajeron el virus en la cárcel permanecen allí hoy. De ellos, se considera que 124 personas se han recuperado, lo que las cárceles declaran después de dos semanas y cinco días de aislamiento sin mostrar síntomas reveladores de COVID-19.

Una demanda respaldada por ACLU alega que, en algunos casos, el Philadelphia Department of Prisons falló a probar incluso las personas encarceladas que habían mostrado síntomas. Hombres y mujeres encarcelados repitieron esas afirmaciones en un reciente reportaje de Billy Penn y WHYY.

Los expertos de salud dicen que la tasa de infección del 75%, incluso entre las personas encarceladas que han sido probadas, es preocupantemente alta. La Oficina Federal de Prisiones encontró tasas similares entre 2,700 personas encarceladas probadas en todo el país, reportó AP el 29 de abril. La prisión federal de Filadelfia, en Center City, había reportado cero casos oficiales el mes pasado, que los grupos de derechos civiles atribuyeron al hecho de que los funcionarios habían administrado cero pruebas.

Los líderes de Filadelfia replican que el alcance del brote en las cuatro cárceles de la ciudad es mucho menos severo que en otras jurisdicciones. Filadelfia registró sólo una muerte entre su población de cárcel, mientras que el virus mató a 7 personas y enfermó a más de 800 personas en las cárceles del condado de Chicago, por ejemplo.

Pero basado en el experimento de pruebas del condado de Montgomery, The Inquirer proyectó que hasta 682 de los aproximadamente 3,650 personas encarceladas en la ciudad podrían ser portadores del virus.

Algunos críticos también dicen que Filadelfia también parece estar reduciendo artificialmente su recuento. Cada día, los funcionarios de la ciudad informan públicamente el número “actual” de casos de COVID-19 dentro de las instalaciones correccionales. Esa cifra no incluye a las personas que se recuperaron de una infección, ni a las que fueron liberadas.

Como resultado, el número de casos “actuales” cada día parece estable, promediando alrededor de 60 por día durante las últimas tres semanas, incluso cuando el número total de casos positivos ha seguido creciendo.

Por ejemplo, el 1 de mayo, el comisionado de salud Dr. Tom Farley, informó que 58 personas encarceladas estaban aislados por el coronavirus, no a los 248 personas que lo han contraído hasta la fecha. 

“No entiendo por qué están reportando los números de una manera tan confusa”, dijo Malik Neal, director del Philadelphia Bail Fund. “Para mí, parece un intento calculado de dar la apariencia de que las cosas están bajo control”.

Abernathy, el director gerente, dijo que los números pintan un retrato más preciso. “Es importante que las personas que están preocupadas por nuestra población de personas encarceladas comprendan exactamente cuántos pacientes están en aislamiento”, él dijo, “frente a cuántos pacientes han sido probados acumulativamente  a lo largo del tiempo”.

Las prisiones comenzarán a publicar más datos en línea a partir de la próxima semana, los funcionarios dijeron el viernes.


Traductora: Diana Cristancho / Editora: Zari Tarazona / Diseñadora: Henry Savage