Nota de la editora: Este artículo fue originalmente publicado en inglés por Elizabeth Estrada para Plan Philly. Fue traducido por Diana Cristancho y editado por Zari Tarazona para Kensington Voice.
Ruthmira Giraldo siempre soñó con abrir un restaurante en los Estados Unidos.
“Ese era su sueño americano”, dijo Angie Giraldo, la hija de Ruthmira. “Durante muchos, muchos años, limpió casas, pero su sueño era abrir un restaurante y lo logró, pero ahora, en 2020, ese sueño es muy aterrador”.
El Bochinche, el restaurante de Giraldo, ha estado sirviendo comida colombiana auténtica y deliciosa en la calle North 5th en Olney durante 18 años.
Piense: bandejas deliciosas o platos de arroz, frijoles rojos, lomo de cerdo, plátanos maduros y arepas esponjosas. Boles grandes de guisos de mariscos frescos acompañados con tostones crujientes. Todo fresco y casero.
Antes de que la pandemia del COVID-19 golpeara Filadelfia, podría entrar al restaurante, ver un partido de fútbol y disfrutar de la comida. El restaurante fue uno de los muchos que contribuyeron a la vitalidad del bullicioso corredor del barrio.
Ahora, las comidas deliciosas de la familia Giraldo solo están disponibles para llevar, dándole un gran golpe a las ganancias del restaurante.
“Es el día a día”, dijo Angie Giraldo, quien maneja el restaurante y hace la comercialización. “Si nadie levanta el teléfono y hace una orden, entonces no estás sobreviviendo. Seguiremos avanzando y, ojalá, permaneceremos abiertos porque las cuentas no se paran”.
Los restaurantes de toda la región de Filadelfia han tenido que reducir sus operaciones para frenar la propagación del virus. Para aquellos que permanecen abiertos, llevar y la entrega de comida son sus únicas opciones, haciendo que el famoso y frágil modelo de negocio de restaurantes sea aún más vulnerable.
Mientras hay mucho en juego para todas las pequeñas empresas, Pew Hispanic Research Center informa que los trabajadores y negocios Latinxs son proyectados para ser desproporcionadamente afectados económicamente por la pandemia.
Mientras tanto, la población Latinx de Filadelfia está creciendo constantemente, una de las pocas tendencias que han ayudado a revertir la prolongada pérdida de población en la ciudad y ha impulsado el crecimiento en áreas de la ciudad como Olney que han luchado por mantener y atraer a los residentes.
Motivada por un impulso para ayudar a la floreciente comunidad de negocios Latinxs a aguantar la crisis del COVID-19, la Greater Philadelphia Hispanic Chamber of Commerce está lanzando una nueva iniciativa con un objetivo singular: conseguir que usted apoye los restaurantes y lugares de comida que son propiedad de Latinxs este fin de semana.
Creada en asociación con Finanta, Community First Fund, Widener University SBDC y Aclamo, la iniciativa Dine Latino Take-Out Weekend anima a los amantes de la comida a #DineLatino, del 3 al 5 de abril, con opciones para llevar y de entrega en el Delaware Valley.
“Debemos actuar ahora para dar alivio inmediata a estos negocios y la forma más eficiente de hacer esto es ayudando a aumentar sus ingresos”, dijo Jennifer Rodriguez, presidenta y CEO de la Hispanic Chamber.
Al igual que el equipo de El Bochinche, Sofia Deleon, propietaria de El Merkury, cerca de Rittenhouse Square, también está sintiendo la presión de generar ingresos. “Habíamos estado haciendo bien, y luego esto sucedió”, dijo Deleon.
Deleon no despidió a ninguno de sus empleados, los cinco empleados siguen trabajando, pero menos horas. “No quería dejarlos en la calle”, ella dijo.
El Merkury sirve comida sudamericana rápida y casual: pupusas, taquitos, elotes y otros alimentos de su país, Guatemala, y otros que lo rodean. El restaurante es conocido por sus elaborados y dulces churros, que vienen servidos en grandes helados, pero desafortunadamente, no son muy fáciles de entregar.
Entonces, Deleon tuvo que hacer ajustes al menú para tener en cuenta el hecho de que las comidas no se comerán en el restaurante, sino que se entregarán en cajas y contenedores. “En general, hemos estado haciendo como una docena de pupusas frescas, que la gente puede asar a la parrilla en casa o pupusas congeladas que se pueden descongelar y cocinar, y luego dura más tiempo”, Deleon dijo. También están empaquetando comidas más grandes de estilo familiar por separado.
El Merkury se está comunicando con sus clientes a través de Instagram, para que los clientes sepan qué están haciendo, ya sea cambios en el menú o sus horas de operación.
Pero para muchos negocios Latinx, la comercialización puede ser un desafío, es por eso que la iniciativa Dine Latino se está enfocando en la comercialización para estos restaurantes, para que las personas sepan que están abiertos para la entrega y la comida para llevar.
Eso es lo que Angie Giraldo quiere que la gente sepa: “Todavía estamos aquí, para tomar órdenes por teléfono o en Ubereats, Grubhub y Doordash. Estamos listos para recibir órdenes y todavía estamos felices de servir a la comunidad “.
Para ver todos los restaurantes Latinxs que participan en #DineLatino, visite el sitio web de la Hispanic Chamber.
Traductora: Diana Cristancho / Editora: Zari Tarazona / Diseñadora: Jillian Bauer-Reese
Kensington Voice es una de las más de 20 organizaciones de noticias que producen Broke in Philly, un proyecto colaborativo de reportaje sobre mobilidad económica. Lea más en brokeinphilly.org o sígalo en Twitter en @BrokeInPhilly.